Jerome Bruner, uno de los principales artífices de la revolución cognitiva, presenta en esta obra un nuevo enfoque para el estudio de la mente. Según el autor, la comprensión de los procesos mentales no puede limitarse al estudio de las capacidades que empleamos para resolver acertijos o comprobar hipótesis. La ciencia cognitiva se ha centrado demasiado en los aspectos sistemáticos y lógicos de la actividad mental, por lo que no puede captar otros mecanismos decisivos para los actos humanos de la imaginación, que nos permite dar sentido a la experiencia.
Bruner concibe estos mecanismos como la "modalidad narrativa" de la mente, a la que se debe la existencia de buenos relatos, obras dramáticas imperecederas, mitos y crónicas históricas. Basándose en recientes trabajos sobre teoría literaria, lingüística, antropología simbólica, psicología cognitiva y del desarrollo, el autor examina los actos mentales que intervienen en la creación imaginaria de mundos posibles y muestra hasta qué punto determinan el desarrollo de las ciencias humanas, la literatura, la filosofía y el pensamiento cotidiano.
Desde la perspectiva de la modalidad narrativa de la mente se puede mostrar en las obras de creación literaria cómo se construyen los significados gracias a la articulación de componentes emocionales, racionales, imaginativos y psicológicos de la actividad mental.