La fascinación de las sociedades contemporáneas por las cosas antiguas, por los objetos que vienen del pasado y nos hablan de él, parece originarse y sostenerse en el contraste que estos producen con el presente, dimensión temporal esta última caracterizada por una permanente inestabilidad. Precisamente en un mundo como el que nos toca vivir en el cual lo único constante es el cambio, el pasado se convierte en uno de los pocos —sino el único— remanso de paz. En este contexto, la palabra patrimonio aparece con frecuencia en distintos discursos y en casi todos los ámbitos, desde el periodístico hasta el académico, pasando por el político, el del turismo y el de los negocios. Hablar de patrimonio parece ser un asunto de todos y de todos los días. Sin embargo, el de patrimonio es un concepto cuyo significado es sencillo y directo pero a la vez, según las intenciones de quien lo utilice y el contexto o circunstancia en que ese uso se produzca, puede revestirse de sentidos y matices de significación diversos que modifican sustancialmente su carácter. La razón de tal amplitud y multiplicidad de significados reside en dos cuestiones principales. Por un lado, en el carácter complejo de su construcción, que se configura a través del aporte de ideas provenientes de otras disciplinas y quehaceres. Por otro, tal diversidad debe atribuirse a la propia historicidad del concepto de patrimonio, o sea a su capacidad de haber ido transformando su significado a lo largo del tiempo, superponiendo y acumulando en su interior diferentes ideas en muchos casos antagónicas, en otras afines y complementarias. Aquellos significados atribuidos a la noción de patrimonio a lo largo del tiempo se han ido sedimentando lentamente, superponiéndose como capas unas sobre otras y contribuyendo a conformar el sentido —o los sentidos— que otorgamos hoy a dicho concepto. En este sentido, este libro pretende constituir un aporte al descubrimiento y la determinación del significado de la noción de patrimonio en cada momento histórico, intentando desentrañar la razón de las transformaciones operadas en su interior conforme al devenir de la cultura occidental, con el objeto de comprender el sentido que actualmente la damos a un concepto utilizado en todos los ámbitos y por infinidad de voces.