Identificar el equilibrio como un orden social es una operación que se asemeja a un "mito de origen", a partir del cual la sociedad de mercado puede tener una imagen de sí misma, según afirma Dupuy refiriéndose a la postura de Walras. En el caso de la ciudad, el mercado de localización se tornaría en el principal mecanismo de coordinación de las decisiones descentralizadas de una sociedad de mercado, y el equilibrio espacial que resulta del "encuentro en el mercado" la "imagen de origen" de un cierto orden urbano. A partir del análisis de ese cuerpo teórico, se propone una nueva mirada sobre los principales resultados de un proceso de equilibrio espacial y una lectura alternativa del mercado de localización. Con la intención de tensionar los resultados de la síntesis espacial ortodoxa, El autor propone dos breves ejercicios conceptuales. En el primero utilizo algunos argumentos de la economía de la familia de Gary Becker para discutir la decisión de localización residencial y el criterio de neutralidad de la competencia espacial. En seguida, presentó el modelo de la ciudad racista de Rose-Ackerman y sugiero sustituir la hipótesis de racionalidad paramétrica por una situación de interacción estratégica. El resultado de estos dos ejercicios indica la posibilidad de decisiones de localización oportunistas que subvierten el criterio de indiferencia de localización (neutralidad espacial) y el surgimiento de equilibrios espaciales ineficientes que comprometen el proyecto ortodoxo de elegir la competencia espacial como el mecanismo eficiente de coordinación de las decisiones de uso del suelo urbano.