Esta obra rescata a la persona humana como el centro en las organizaciones de negocios, para darle un sentido trascendente a su existencia vital e integral. Es una reacción contra el valor absoluto del dinero y contra la codicia depredadora de la rentabilidad de corto plazo. Esta es, entonces, una crítica constructiva que propone un camino para desplegar nuestros pasos terrenales, una llamada para incorporar la formación y la práctica humanística en el oficio directivo, un modelo que considera a las organizaciones como comunidades de personas enfocada en el desarrollo humano integral, una historia acerca de la lucha interior de un personaje que un día se despierta con la necesidad de desarrollar la capacidad humana de destilar, sin esfuerzo, los comportamientos éticos, solidarios, empáticos y trascendentes en el mundo de las organizaciones; una narración que da cuenta de la evolución espiritual del protagonista quien, al mismo tiempo, es su propio antagonista; un relato de una transformación interior.