El proceso en el que los profesionales de diseño identifican y definen el problema a abordar no es suficientemente considerado en la enseñanza y práctica del diseño industrial, opuesto al diseño a partir de problemas definidos o de la concepción intuitiva de la respuesta de diseño. Este método lo entiende como un proceso variable y complejo donde el diseñador al observar la realidad y comprender la situación problema ya preconfigura una respuesta de diseño; entender el problema, aún en sus etapas tempranas, nunca se trata de un proceso desligado de la comprensión misma de la solución del problema; por lo tanto el proceso de investigación propia del diseño no es un proceso secuencial ni puede ser abordado mediante métodos clásicos de investigación.
El diseño industrial actualmente no solo se ocupa de resolver los problemas formulados, el diseño busca los problemas observándolos desde una perspectiva e intención muy particulares, de modo que su método de investigación lleva consigo la premisa de una respuesta práctica al problema que aborda; su propósito no es tanto comprender la realidad, como transformarla; su fin último se materializa en productos, estructuras o sistemas y no en la descripción de fenómenos existentes. Este desarrollo metodológico realiza aportes epistemológicos en la definición del campo disciplinar al ampliar su concepción como disciplina desde la misma formulación del problema a abordar y propone herramientas flexibles y adaptativas aplicables a las etapas iniciales de los procesos de identificación de necesidades en entornos sociales.
El libro hace un recorrido teórico basado en diversos autores para ubicar la investigación para el diseño en un campo muy particular, permitiendo desligarse de métodos tradicionales, y lo que resulta más útil para el estudiante de diseño, apartarla de la concepción del proceso secuencial donde es necesario generar conocimientos o llevar a cabo un proceso de investigación que culmina con un texto base que define el problema y contiene los requerimientos que deberá cumplir la propuesta de solución o diseño propiamente dicho.
Se destacan dos herramientas metodológicas para su aplicación: la identificación del problema dentro de las competencias del diseño mediante la observación ubicada del problema con usuario, necesidad y contexto identificados, y su análisis dentro de un entorno social complejo mediante la elaboración de un árbol temático que permite ordenar las variables del problema para la identificación de sus relaciones.