La noción de relación con el saber comienza a expandirse en el campo de las ciencias humanas. Atrae la atención sobre el saber en tanto sentido y placer, y abre un espacio de diálogo entre disciplinas. Allí es donde corre el riesgo de convertirse en una trampa. El autor, uno de los "padres" de esta noción, se propone aquí otorgarle estatus de concepto. Al hacerlo, maneja algunas ideas recibidas sobre "las causas" del fracaso escolar, transgrediendo un tabú al proponer la idea de una sociología del sujeto. Basándose en una reflexión antropológica, explora diversas "figuras del aprendizaje" y propone varias definiciones de la relación con el saber. Este libro descansa, así, sobre una apuesta: nada es más útil que la teoría, desde el momento en que ésta habla del mundo, en un lenguaje accesible para todos.