La vejez es una etapa que muchos podrían calificar como incómoda: lo viejo tiene una connotación negativa, que se relaciona con la falta de productividad y la decadencia física. Afirma Alaniz que, al ser humano, «el viejo le hace tomar conciencia de que la vejez es la última etapa de la vida, es el recibidor de lo inevitable, nuestro óbito».
¿Qué pasa con los viejos en nuestra sociedad? ¿Cómo pasan sus días los adultos mayores institucionalizados? ¿Dónde quedan sus saberes, sus historias de vida, su experiencia, si no hay nadie para escucharlos? Estas son algunas de las cuestiones que, en el presente libro, la licenciada Alicia Alaniz trata de responder o, al menos, de problematizar, a fin de abrir el tema para posibles discusiones y elaboraciones de proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestros viejos.