"Muchos han escrito sobre el lujo, algunos con el ánimo de encasillarlo con fórmulas que encapsulan su significado para poder entenderlo en el mundo comercial; otros con el ánimo de documentar las investigaciones de nuestra relación con el concepto a través del tiempo. La realidad es que la naturaleza del lujo es variable según su contexto. Los términos con los que tratamos de definir el lujo no siempre facilitan su entendimiento; en ocasiones, la terminología logra confundirnos aún más.
En la carrera de la ambición, de la globalización y la industrialización, el lujo se alejó de su esencia a tal punto que sus conceptos iniciales se convirtieron en terminología comercial. Palabras como lujo, glamour, excelencia y calidad ahora son promesas comerciales.
A pesar de acaparar ese aura del lujo en un sector o en conglomerados, el mismísimo lujo ha perdido su esplendor como lo relata Dana Thomas (2008), ha perdido la fidelidad a su ADN. Lo que ha creado es el espacio para que pequeños emprendedores llenen así los zapatos del lujo original, trabajando en la excelencia real de un nicho y no en el desdibujado lujo mundial que se entregó a la industrialización y los grandes márgenes de ganancia."