La memoria sobre el bombardeo y la masacre del 16 de junio de 1955 en la Plaza de Mayo –prolegómeno del derrocamiento de Juan Domingo Perón– se construye mediante múltiples actos que trabajan contra el olvido y contra el silencio, pero también se deconstruye, es decir se piensa a sí misma y contra sí misma, incorporando nuevas dimensiones que enriquecen el trabajo de aproximación a la verdad y su materialización en la justicia.
La restitución simbólica de acontecimientos y experiencias silenciadas, o forzadas al olvido, cumple así una función reparatoria, ayuda a que los muertos no mueran dos veces, primero como vidas troncadas y después como muertos sin nombres que nombren lo que pasó. Inscribir lo que se perdió ese 16 de junio, vidas y dignidad ciudadana, es parte de lo que este libro quiere ofrecer al lector.