Precariedad, precario, precariado son términos cuyo uso se ha vuelto común y prevalente para describir formas de vida y relaciones laborales en condiciones de inestabilidad, temporalidad e inseguridad que horadan el control sobre el tiempo, el uso y el desarrollo de las capacidades propias y cuestionan así la unidad entre vida, trabajo e identidad. En este esclarecedor ensayo, Javier López Alós acomete la tarea de reflexionar sobre cómo la precariedad condiciona la vida intelectual desde un punto de vista biográfico, filosófico y político. El miedo y la sensación de vulnerabilidad y desorientación, el sentimiento de culpa, aislamiento e inutilidad, la falta de reconocimiento o la incapacidad de proyectar son algunos de los aspectos vinculados a esta condición precaria que, aunque afecta a individuos singulares, excede la dimensión subjetiva y emocional y señala una motivación política en la medida en que tiene consecuencias en la vida en común. Su crítica de la razón precaria apunta a varios sentidos: por un lado, el de intentar captar los rasgos y motivos específicos de su racionalidad, pero también comprender cómo afecta al propio ejercicio del pensamiento y a la producción material de las obras. Al mismo tiempo, plantea lógicas alternativas, cuestionando el imperativo de lo extraordinario que rige la vida del precario intelectual: por ejemplo, cuando cualquier error ordinario cobra dimensiones extraordinarias por sus catastróficos efectos, sustrayendo el suelo de normalidad sin el cual no es posible la vida libre; pero también lo extraordinario cabe entenderlo aquí como esa exigencia de novedad y transgresión constante que ha de guiar la creación intelectual. Como sostiene López Alós: "quizás sea mucho más interesante y productivo socialmente que nos preocupemos por elaborar de formas más claras y mejor escritas los temas que nos preocupan, sin concederle demasiada importancia al hecho de que estos sean más o menos nuevos". Esta obra, que en cualquier caso ofrece una mirada distinta sobre un tema de actualidad, es un ejemplo de ese compromiso con la claridad y la precisión del estilo.