Ómnibus Miniserie 61
Idilio en Venecia
Venecia: una ciudad llena de secretos... y pasión.
Dulcie Maddox había ido a Venecia a trabajar, pero una vez allí no quería más que estar junto a aquel alto y guapo gondolero...
Guido Calvani no era gondolero, en realidad era uno de los aristócratas más ricos de Venecia. Pero no se lo había contado a Dulcie porque resultaba reconfortante que alguien lo quisiera por sí mismo y no por su dinero. El problema surgió cuando se enamoró de ella y quiso convertirla en su esposa. Claro que lo que Guido no sabía era que él no era el único que tenía un secreto....
Hechizo italiano
¿Se había convertido en novia por conveniencia?
Harriet no tenía el menor interés en atrapar a un marido rico, pero su tiendecita tenía tantas deudas que se sintió tentada a aceptar la proposición del guapísimo millonario italiano Marco Calvani. Si regresaba a Roma con él, Marco le prestaría el dinero necesario para saldar sus deudas. Y, si se casaban, se olvidaría de dicho préstamo.
Marco era muy persuasivo, por no hablar de su irresistible atractivo; así que Harriet accedió a ir a Roma. Y estaba dispuesta a seguir adelante con el matrimonio...
La esposa del magnate
El hombre del que se había enamorado no era como ella creía en absoluto.
Selena era una mujer fuerte e independiente que tenía el dinero justo para sobrevivir. Cuando se enamoró de Leo Calvani, lo creyó su alma gemela porque él también llevaba una vida sencilla y también era hijo ilegítimo...
Pero al ver su casa se dio cuenta de que no era el hombre que ella pensaba: vivía en una casa enorme y su tío era conde. Y aún le quedaba otra sorpresa: resultaba que tampoco era hijo ilegítimo, con lo que se convertía en el heredero del conde. Aquello era una verdadera pesadilla porque Selena no tenía la menor intención de convertirse en condesa.