La Bondad de un Loco es una caja de Pandora plagada de ideas, y cada una de ellas es un “volver a empezar”. Las ideas de La Bondad de un Loco aparecen como los hilos que conforman el dibujo de un tapiz. Cada una de ellas abre camino a un profundo entramado de pensamientos. Por cualquiera de ellas se puede “tirar del hilo” e iniciar el recorrido por el dibujo del tapiz., desde el final hasta el principio.
La Bondad de un Loco es el resultado de un proceso en el que el “yo” del autor ha dejado de ser un “yo” limitado en tiempo y espacio y, por tanto, ese proceso ha acabado universalizando, a su vez, al receptor de la obra, de las ideas. La oda al individualismo de La Bondad de un Loco dibuja a un “yo” subjetivo que, con cada página, va convirtiéndose en un “yo” universal.
La Bondad de un Loco es un recorrido por la autobiografía conceptual de un pensador, que no se reconoce a sí mismo como sabio, posiblemente porque es consciente de que su intelectualidad la ha construido a través del acercamiento a los demás. La Bondad de un Loco surge en el momento en que el autor logra elevarse por encima de lo vivido y observarlo en picado como un ave, abstrayéndose de su experiencia y, al mismo tiempo, rindiéndole homenaje a su conocimiento.
La Bondad de un Loco es un monólogo, trazado a partir de una colección interminable de conversaciones con el “otro”, que se han ido dando a lo largo de la vida del “yo” y de su producción literaria. Ese “otro” aparece encarnado en distintos personajes en las varias obras del autor, ya sean estudiantes universitarios, cónyuge, hijos (nacidos y no nacidos *), compañeros de profesión, pupilos y pupilas, ahijados... o Dios *, un dios indefinido, que aparece sutilmente entre líneas acompañando al conocimiento y que, sin embargo, no responde a los llamamientos más explícitos. La Bondad de un Loco es un monólogo fruto del diálogo de toda una vida.
La Bondad de un Loco es un libro que exige una nueva forma de lectura. No responde a ninguna clasificación de género y por tanto, es tarea del lector encontrar el modo de introducirse en él. La Bondad de un Loco busca lectores activos. Es el lector el responsable de llenar el vacío de un Tiempo y un Espacio que, intencionadamente, no aparecen como coordenadas del eje formal de la obra. No están pensados para servir al lector ni como herramienta ni como obstáculo. La Bondad de un Loco es, por ello y sin embargo, un estudio minucioso, y al mismo tiempo, liberado de sistemas, sobre el espacio y el tiempo de cada una de nosotros.
Nota del autor *: La Niña que no nació y Los Silencios de Dios.