Tras años de anotar compulsiva y metĂłdicamente historias de la prensa que pasaron inadvertidas para el gran pĂșblico, Mario Mendoza decidiĂł que valĂa la pena darle una estructura narrativa a esa suma de personajes que devienen en reflexiones sobre el lugar y el tiempo que habitamos.
El escritor planteĂł este libro como una bitĂĄcora de viaje y un testamento literario para articular una intuiciĂłn primaria: que estar en BogotĂĄ, en Calcuta, en RĂo de Janeiro, en Bangkok o en Ciudad de MĂ©xico es un privilegio porque el deterioro de nuestros lugares, al menos, es explĂcito. Lejos, en el primer mundo, todo es soterrado y, precisamente por eso, mucho mĂĄs demoledor.