(3)

Prisionera del deseo

E-book


Cory sabĂ­a que Max Hunter era un hombre poderoso. Su Ășltima secretaria habĂ­a dicho que era un jefe excepcional, pero Cory pronto descubriĂł que era Ășnico. SĂłlo podĂ­a haber un hombre en el mundo tan sexy, tan dinĂĄmico, tan...ÂĄirresistible!

Cory estaba decidida a concentrarse en su trabajo, y no en el imponente atractivo físico de Max. Después de todo, ella estaba enamorada de otro hombre.

Un hombre que Max inmediatamente decidió que no era lo bastante bueno para ella, y la manera más sencilla de convencer a Cory de su error fue mantenerla prisionera