Hay pocos directores que se destacan en la historia del cine, que se vuelven indispensables para entender cómo son las películas que vemos. Steven Spielberg es, probablemente, la influencia más poderosa en las últimas cuatro décadas.
Este libro recorre su estilo, sus temas, sus dominios y las novedades que aportó al séptimo arte. Están todos sus largometrajes, en un camino que permite relacionarlos con contenidos comunes: la familia perdida y encontrada, la vigencia de la utopía norteamericana, las elecciones morales. Y, también, el propio cine como refugio, hogar sólido, vía de regreso ante las tristezas y decepciones de la vida cotidiana.
Spielberg, el hombre que forjó las fantasías que transformaron la experiencia imaginaria de por lo menos tres generaciones de espectadores y cineastas, aquí aparece como ese amigo de la adolescencia que nos permitía entender mejor el mundo por medio de fábulas con tiburones gigantes, extraterrestres buenos y malos, villanos históricos, exploradores intrépidos, espías, terroristas, dinosaurios y algunos políticos. Todos habitantes de la tierra de la aventura de la que él es el maestro de ceremonias.