La realidad nunca ha sido su ventaja, imaginĂł al amor entre sus letras mientras veĂa su final. El final que consiguiĂł por elegirla desde el dĂa en que se cruzaron la mirada, o quizĂĄ fue desde antes, no lo sabe precisamente. En sus ojos pudo descubrir la vida, y en sus ojos, pudo disfrutar su muerte. Esa muerte de lo mucho que la quiso, que lo dejĂł siendo un fragmento en las estelas de su historia tan sagrada. Ahora sabe que, si el amor llega a acabar, sus letras siempre la recuerdan, y esas letras sabrĂĄn destruir su ausencia.