Desde que Lina Smith se cruzó con William aquella noche de mil novecientos noventa, una profecía cayó sobre ella y su futura familia: «quien tiene el poder de quemar el mundo de los vivos se acerca. Su existencia encontrará, luego de dieciocho años de paz, la furia de los reinos».
Ha llegado el turno de la hija menor de la pareja maldita: Cordelia.
Humillada, segregada y con poderes que la superan, la temperamental jovencita deberá tomar una decisión crucial: ¿Acabará con los humanos o ayudará a su madre a conseguir lo que siempre quiso: justicia para todas las criaturas de los cuatro reinos?
El desenlace tan esperado continúa con la misma premisa: En un mundo que castiga a los valientes, solo los fuertes de espíritu serán fieles a sí mismos y triunfarán. A pesar de que el costo sea muy alto.
El cierre de esta historia demuestra, al fin, que nada está predestinado y que solo en libertad se puede amar. Y tras muchas idas y vueltas, solo Lina y William pueden, ahora sí, ser ejemplos de un amor justo y eterno.