Nacido como esclavo en Frigia alrededor del 55 d. C., Epicteto se convirtió en uno de los filósofos estoicos más influyentes de la Antigüedad. A pesar de su comienzo humilde, su profundo entendimiento del control personal y la integridad lo liberaron, llevándolo a fundar su propia escuela de filosofía en Nicópolis. Sus enseñanzas, recopiladas en Disertaciones y Enquiridión, se enfocan en la fortaleza interna y la aceptación, principios que continúan inspirando a millones de personas en la búsqueda de una vida plena y significativa. Epicteto buscaba una respuesta que le permitiera sobrellevar con dignidad los embates de unos tiempos tempestuosos, tan parecidos a los nuestros. No es de extrañar que él, un pobre liberto, comparta la misma escuela filosófica que un emperador, Marco Aurelio, que fue su alumno.