Cuando los espíritus llenaban los espejos es un relato que avanza poderoso e implacable desde la primera hasta la última página, sin que nada parezca capaz de detenerlo; ni epidemias, ni hambrunas, ni sequías, ni maldiciones ancestrales. Ni siquiera la muerte, pues hasta la muerte parece contemplar este drama de crecimiento personal, de evolución e incluso de redención con una mirada compasiva.
Monsalve hace un retrato apasionado y poético de los personajes y levanta acta notarial de la Gran Canaria de fines del siglo XIX y principios del XX, desde dentro, desde las entrañas mismas del momento histórico, como si estuviera en los bosques y páramos, en las chozas y haciendas, en los barcos y carruajes, en pastizales y plataneras.
Este libro es la historia de una curandera, de una médium, y como tal está escrito con una intuición poderosa, con puertas y ventanas abiertas, pero también es el otro lado del espejo desde el que Monsalve contempla con gran amor y devoción su isla, Gran Canaria, desde sus orígenes llena de vida, de fuerza, de pujanza.