Cuentos policiales, costumbristas o fantásticos componen esta colección de placeres variados. Pablo S. Laborde, el viejo investigador, y su sobrino narrador son el hilo que enlaza este volumen con los anteriores libros de relatos, al volver a aparecer en "Uno en dos" y "El crimen de don Magín Casanovas". La pintura mordaz de la alta sociedad porteña, en "La Doradilla", alterna tintes ligeros y sombríos donde se mezclan las apuestas, la pasión por las yeguas, una visión patrimonial de las mujeres, un ambiente de snobismo deportivo extremo, las prácticas contrabandistas y los excesos de la bebida. Por momentos prevalece el humor, como en esa sátira de un inescrupuloso alemán, quizá científico, que promete al Conductor convertir al país en una potencia nuclear ("Varidio"); o en el caso de la magnificación de los entusiasmos patrios por la exhibición de símbolos de tamaño creciente ("Marea de fervor"); o en un imposible regreso al Centro en un tren suburbano ("Locomotoras y vagones").
En Marea de fervor, publicado en 1967, también el misterio aparece de modo sorprendente en medio de la rutina cotidiana, y Peyrou logra cuentos memorables, de los mejores en ese registro fantástico, en "Pudo haberme ocurrido" y "La fiesta".