¿Por qué el JUGAR?… Infinitos infinitivos enlazados al jugar: para construir, para gozar, para aprender, para vincular, para proyectar, para crear, para disfrutar, para aunar, para desplegar, para elaborar, para probar, para divertir, PARA CRECER… Porque sin jugar no hay infancias.
El jugar como la infancia no es transitorio sino permanente: jugar, juegos, juguetes, infancias, espacios, corporalidades, sonoridades, necesidades son ideas que dialogan aquí desde diferentes perspectivas. "Palabras cruzadas" en la multidimensión de la existencia misma, confluyendo en ese punto constitutivo de la subjetividad trascendental que los cachorros humanos requieren para hacerse sujetos con derechos y cuidados… porque el juego es protagónico y el jugar impostergable.
Las búsquedas de estos textos diversos pero polifónicos invitan al lector a un intercambio "lúdico" con sus propias ideas y experiencias del jugar, generando nuevos desafíos, interrogantes, prácticas y espacios que permitan el despliegue de la existencia humana.
Las circunstancias de época también están presentes (pandemia, digitalización, género, vulnerabilidad de los lazos sociales), porque se han generado profundas transformaciones en los modos del jugar que nos interrogan. Entonces, es necesario un abordaje desde distintas disciplinas y campos: psicología, psicoanálisis, psiquiatría, psicomotricidad, musicoterapia, pedagogía, arquitectura, derecho, informática, ciencias de la comunicación y educación inicial.
Este libro es INTERACTIVO, requiere de un imaginario intercambio de intersubjetividades entre el lector y los autores y sus producciones: textos, videos, conversatorios, ejemplos clínicos, audios, imágenes, diálogos que invitan una y otra vez a generar una novedad en el pensamiento y en la acción… Que sea un libro caleidoscópico, que como el jugar despierte asombro, genere descubrimiento, convoque a la compañía.
¿Porqué el JUGAR? Porque el juego es un operador permanente de la constitución subjetiva y desde ahí se accede al lenguaje, procedimiento sin otro igual que nos humanice y nos abra a la comunicación y a la cultura.
Escriben: Marcela Armus, Daniel Calmels, Damián Calvo, Laura Cristina del Valle Hereñú, Clara R. de Schejtman, Lucas Di Nunzio, Carolina Duek, Constanza Duhalde, Marisa Factorovich, Roberto Fraguglia, Agustín Garona, Cristina Gay, Alejandra Giacobone, Vanina Huerin, Juan Augusto Laplacette, Mara Lesbegueris, Marie Rose Moro, Carlos Skliar, Jorge Ullúa, María Pía Vernengo.
Con la colaboración de: Natalia de la Torre, Marisa Herrera y Francesco Tonucci.