Este libro nos demuestra por medio de las experiencias vividas por el autor y su familia en qué consiste la fuerza de atracción de las palabras y los símbolos gramaticales, y de qué manera estos condicionan con quien uno se casa, dónde se vive, dónde se trabaja, etc.
También nos describe cómo una inteligente utilización de los vocablos de las lenguas derivadas del latín ha permitido perpetuar el poder de los gobiernos, de los reyes y la hegemonía de la Iglesia.
Y de qué manera el adecuado uso de la lengua puede condicionar nuestro equilibrio de salud, económico y amoroso.