"Yokohama, con su cielo gris, su ocĆ©ano gris, sus casas grises y sus tejados tambiĆ©n grises, tiene el encanto de parecer a un tiempo vivo y mortecino", escribiĆ³ la trotamundos victoriana Isabela Bird, primera mujer admitida en la Real Sociedad GeogrĆ”fica de Londres, cuando en la primavera de 1878, arribaba a JapĆ³n tras haber embarcado en un carguero en el puerto de San Francisco provista de su inseparable almohada hinchable, su mosquitera, una baƱera de goma, un vestido de tweed "tan apto para el frĆo, como para el calor", algunas medicinas, una silla de montar, libros, un cuaderno de dibujo y otro de notas.
Otras damas de la Ć©poca y de principios de siglo XX, viajaron a la lejana China, a JapĆ³n, y a otros paĆses del Lejano Oriente atraĆdas por sus misterios y exotismo. Es el caso de Constance Gordon Cumming, una de las grandes entre las grandes exploradoras decimonĆ³nicas, o de Helen Caddick, que recorriĆ³ el mundo entre 1889 y 1914, visitando entre otros muchos destinos China, JapĆ³n India, y Java. La pintora Marianne North, que anduvo por destinos remotos con sus pinceles y su caballete, tambiĆ©n se perdiĆ³ por aquellas latitudes.
Marie Stopes anduvo 18 meses a las selvas de JapĆ³n a principios del siglo XX. Esta controvertida y prolĆfica cientĆfica escandalizĆ³ a la sociedad de la Ć©poca con sus opiniones y escritos. Fue enviada al paĆs nipĆ³n por la Royal Geographical Society con el propĆ³sito de que resolviera un problema que, 50 aƱos antes, Charles Darwin habĆa llamado "un misterio abominable": el origen evolutivo de las flores.
China o JapĆ³n, no fueron quizĆ”s los destinos mas transitados por las trotamundos de la Ć©poca, ni los destinos mas recomendables para las misioneras, pero aĆŗn asĆ, un puƱado de ellas se animaron a viajar a estos remotos paĆses y al incorporar en sus posteriores relatos el componente emocional en la percepciĆ³n de aquellas lejanas tierras, contribuyeron a aclarar y hasta humanizar su imagen. Fue el caso de la britĆ”nica Eleanor Agnes Marston, que realizĆ³ un viaje por el TĆbet en 1888 y recorriĆ³ gran parte de China a principios del siglo XX.
Las letras y los viajes estuvieron presentes en Alicia Helen Neva. Esta escritora prolĆfica, que contrajo matrimonio con un hombre de negocios radicado en China, publicĆ³ numerosas obras sobre el paĆs en el que viviĆ³ 20 aƱos.
La historia de Eliza Scidmore, tambiĆ©n estĆ” Ćntimamente ligada a JapĆ³n. Escritora, viajera, geĆ³grafa, periodista y fotĆ³grafa para National Geographic, su vida coincide con episodios decisivos del momento: la apertura de JapĆ³n a los occidentales, el nacimiento de la National Geographic, la expansiĆ³n estadounidense en el PacĆfico, las semillas del movimiento por la paz internacional y el cambiante papel de la mujer a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
La trotamundos Margaret Fountaine en Indochina y Camboya, Emily Innes en Malasia, Fanny Bullock Workman en Indochina, Sophia Raffles en Sumatraā¦ Sus apasionantes vidas, estĆ”n recogidas en este libro que rinde un tributo a las viajeras por el Lejano Oriente.