Con la agenda al cuello es una obra que nos invita a reflexionar como sociedad sobre las medidas y propuestas que en materia de cuidado ambiental nos pretende imponer la elite política y financiera mundial, que con total arrogancia ya ha decidido lo que es y no es necesario hacer para alcanzar un mundo "sostenible".
Estas propuestas, reunidas en la que se conoce como Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, tiene la determinación de alcanzar sus 17 objetivos para el año 2030 hasta en el punto más recóndito del planeta, en una especie de receta universal y homogénea para el bien social y ambiental, sin consenso, sin cuestionamientos, sin debates, pero sobre todo con total hipocresía y engaño.
Su elegante discurso, repleto de aparentes buenas intenciones fundamentadas por sus propios "expertos y doctos" en el tema, cautiva y seduce a cualquier ser humano interesado en el bienestar social y ambiental. Sin embargo, en su esencia, continúa asegurando el compromiso con un paradigma de desarrollo que abraza la lógica de mercado, asegurando la completa mercantilización de los recursos naturales y la apuesta por la artificialización de la vida para su tan proclamada "sostenibilidad".
Ahí está la Agenda, sobre nuestro cuello. Plagada de colores llamativos se asemeja a un fino collar, pero es una soga. ¿Será que la saquemos a tiempo?