Un país punzante, apasionado y deteriorado, vacío de esperanzas y lleno de desesperación, de nostalgias del pasado y angustias del presente, de codicias y egoísmos, ese es el universo de Argaria.
Una tierra donde conviven personajes reales e imaginarios que se agitan, se oponen, se funden, se desencuentran o sencillamente desaparecen. Un mundo marcado por la ambición desmesurada y sumido en la mediocridad que navega sin rumbo hacia donde el lector lo acompañe.