Cuando la belleza y la desenvoltura de Sameentha, una angloíndia graduada en Arquitectura, enamoran a Pablo, un estudiante de Informática algo más joven que ella, ambos iniciarán una relación muy sensual. El exotismo de sus respectivas culturas, tan sumamente diferentes, contribuirá a incrementar la enorme atracción física del uno hacia el otro.
Durante sus viajes al Rajasthan y a Bristol, y en la propia Barcelona —donde ambos conviven en el piso compartido de Sam— todo parece idílico. Hasta que alguien descubre una cajita que contiene un juego en el que Sameentha y Pablo participan, pero las propuestas de ese juego no concuerdan en absoluto con la imagen de persona afectuosa y desprendida que Sam proyecta de sí misma.