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Pequeñas centrales hidroeléctricas

E-kirja


La energía eléctrica a partir su aplicación comercial ha sido un factor determinante para la economía y el desarrollo social; que si bien inicialmente fue utilizada para los sistemas de alumbrado público, posteriormente a la vez que se convirtió en la fuerza motriz que necesitaba la industria y el comercio, también se constituyó como una herramienta necesaria para el comodidad de los hogares. A revisar la historia, las primeras centrales generación de energía eléctrica fueron hidráulicas de baja potencia con generadores de corriente continua; posteriormente se logró aumentar la potencia y capacidad de transmisión al utilizar generadores de corriente alterna, esto conllevó a que hasta mediados de la primera mitad del siglo XX, la mayor parte de la generación se diera con pequeñas centrales hidroeléctricas PCHs, las cuales estaban dirigidas por empresas de energía eléctrica, que nacieron y se consolidaron como fruto de los esfuerzos locales, creciendo sin una directriz central y sin una visión de planificación unificada a nivel nacional. No obstante, con el fin de aunar esfuerzos, interconectar sus sistemas, realizar una planeación integral y una operación conjunta, las diferentes empresas de energía se interconectaron en un sistema energético nacional. Esta forma de suministro de energía eléctrica hizo que las PCHs cayeran en el olvido; sin embargo el monopolio del Estado dio lugar a ineficiencias técnicas y económicas, que en conjunto con el endeudamiento, colocaron las finanzas del sector eléctrico en condiciones precarias. Razón por la cual el Estado dejó de ser el monopolio y cambió a un esquema de un mercado regulado en donde la generación con fuentes renovables y en particular las PCHs es importante frente a la generación con combustibles fósiles.