Cuando Reuben era un niño, debĂa subir 84 escalones para llegar a casa, ubicada en el mismo edificio que pronto ocuparon oficiales Nazis cuando el rĂ©gimen se instalĂł de lleno en Bulgaria. Entre todas sus conjeturas, Reuben nunca se imaginĂł que esto podrĂa pasar, ni las consecuencias que tendrĂa para su familia judĂa. Pronto, no ir a la escuela o negarse a portar la estrella amarilla se convierten en el menor de sus problemas. El pequeño Rudy se ve obligado a crecer de sĂșbito y navegar la espiral de su vida un dĂa a la vez, sin mirar atrĂĄs. Escalar pendientes se convierte en su constante, donde es necesario luchar para sobrevivir en todas las situaciones. Pero Rudy no se rendirĂĄ. 84 escalones para llegar a casa es tanto sobre la superaciĂłn de la adversidad, como sobre la pasiĂłn por la vida, el placer de las cosas cotidianas, la bĂșsqueda de la pertenencia y, por supuesto, el amor a la familia, ese motor que conecta todos los puntos de nuestra existencia. De alguna forma, la historia de Rudy es atemporal, pues representa algo dentro de cada uno de nosotros: el camino del niño que aĂșn llevamos dentro, la dualidad de nuestras decisiones, el cambio constante de nuestras vidas y la manera definitiva en la que nos marca nuestro entorno.