La diabetes se debe a que el páncreas no produce suficiente insulina, o bien a que las células del organismo no son capaces de utilizarla en forma adecuada. Como consecuencia, la glucosa (azúcar) que normalmente consumimos y producimos en el cuerpo no se puede almacenar o transformar adecuadamente en nuestra fuente principal de energía, lo cual explica parte de los síntomas. Cuando la glucosa permanece en la circulación sanguínea, sin poder ser utilizada, se elevan sus niveles y se establece el diagnóstico de diabetes. Hace más de 2 000 años se describió por primera vez la diabetes mellitus. La primera de estas dos palabras quiere decir "sifón", que se refiere al exceso de orina que se elimina cuando la diabetes no está controlada. En cuanto al segundo término, en latín quiere decir "miel", pues la orina tiene sabor dulce, precisamente por la cantidad de azúcar que se elimina en ella.
Pensemos en la glucosa (azúcar), la cual, para utilizarse como nuestra principal fuente de energía o para ser almacenada, requiere introducirse en las células del organismo capaces de procesarla y de convertirla en una fuente de energía. Por otro lado, tratemos de entender lo que es la insulina. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas, una glándula que se localiza anatómicamente detrás del estómago. Al comer, el páncreas libera insulina a la sangre, la cual cumple una función elemental, pues se encarga "de abrir las puertas de las células", para permitir que la glucosa entre y sea utilizada y transformada en energía. El páncreas también favorece el mejor empleo y almacenamiento de las grasas y proteínas, y desempeña otras funciones que no se ven afectadas por la diabetes, por ejemplo, la producción o liberación de jugos digestivos y enzimas, que favorecen la absorción adecuada de los nutrimentos. En caso de que no se produzca insulina o de que ésta no actúe en forma adecuada, la glucosa no podrá introducirse en las células y ello elevará sus concentraciones en la sangre. Cuando las cifras de glucosa están muy elevadas, también se eliminan grandes cantidades de glucosa a través de la orina, lo cual explica muchos de los síntomas cuando la diabetes no está controlada.