Esta obra da cuenta del proceso de configuración de las políticas públicas de salud indígena en su expresión estatal e indígena en Colombia entre 1971 y el 2017, entendido como una disputa permanente entre un sujeto político colectivo que construye un proyecto político-cultural desde la recuperación y proyección de una diversidad epistémica y política emancipatoria mediante procesos de resistencia, movilización y negociación permanente con un Estado y régimen político racista, excluyente y neoliberal. Se analiza dicha disputa y sus resultados en medio de la violencia política y el racismo estructural a través de la observación de los cambios contenciosos en la institucionalidad, la normatividad y las acciones de la política de salud indígena, orientada desde el Estado y de la política indígena de salud construida desde los Pueblos Indígenas, a lo largo de cinco periodos históricos en los que se transita de la asimilación de la diferencia, a la integración multicultural de esta con enfoque de derechos y finalmente vía mercado. Se trata de la disputa entre el modelo biomédico hegemónico insertado en el modelo neoliberal y el Sistema Indígena de Salud Propio e Intercultural (Sispi) de los pueblos indígenas basado en la sabiduría ancestral y la acción política colectiva en una perspectiva de interculturalidad crítica.