Si en algún aspecto se enfocó el quehacer periodístico de Marco Aurelio Carballo fue en la crónica, en la narración de pequeñas historias con un particular estilo entre caviloso y mordaz. De su cuantiosa obra cronística destacan las crónicas súbitas, letras escritas a volapié, sin escorzo ni acartonamiento, con la viveza de quien, asombrado, mira al mundo como a través de un caleidoscopio que le permite hallar varios sentidos a un suceso. Esas crónicas hilvanan el México de entre siglos al exhibir las entrañas de varios incidentes políticos, culturales y sociales. Marco Aurelio Carballo (1942-2015), más allá de su labor literaria, representa el paradigma del periodista de la vieja escuela, de quien va al encuentro de la noticia, la vive y la comunica; de quien construye y maneja sus propias fuentes y las cuestiona; de quien constantemente estudia los medios; de quien camina enfundado en líneas ágata. Crónicas súbitas es una aguda y deleitable selección de su muy prolífica pluma.