En el año 1995, la PolicĂa Nacional de Barcelona se enfrenta a una cadena de accidentes y suicidios, que tienen la particularidad de ocurrir en terrazas de edificios donde los fallecidos no vivĂan. Esas muertes, en un principio inconexas, llevan de cabeza al Grupo 3 de Homicidios, dirigido por el inspector Bellido y la subinspectora MĂłnica. Con el inminente despliegue de la PolicĂa AutonĂłmica, las vacaciones del mes de agosto a la vuelta de la esquina, los cada vez mĂĄs precarios recursos econĂłmicos de la PolicĂa Nacional y la acumulaciĂłn de casos, seguir la pista de esas muertes, aparentemente fortuitas, se convierte en un autĂ©ntico suplicio para los investigadores. Pero la mayor sorpresa de la policĂa sucede cuando, recopilando los datos, comprueban que todas esas muertes se producen en el mismo dĂa de la semana: el jueves. Y que entre un hecho y otro suelen pasar entre cinco o seis meses. Y en todos los casos, siempre hay un testigo que dice haber visto a la vĂctima en compañĂa de alguien que nunca han podido reconocer.