El fascista estrafalario continúa la saga iniciada en Guinea Ecuatorial y revisa la historia española del siglo XX a través de la mirada de Ernesto Giménez Caballero, un personaje extravagante que resulta incompatible con cualquiera de las lógicas que aceptamos como buenas.
Ahora que en muchos balcones españoles crecen banderas como si fueran geranios es oportuno recordar el peligro que tienen, cómo nacieron y el dolor que provocaron los fascismos. No vaya a ser.
Ese repaso visita entre otros asuntos, las vanguardias, la hispanidad, la cuestión catalana y la guerra civil.
A pesar de la relevancia ideológica y literaria que en su día tuvo Ernesto Giménez Caballero hoy ha sido borrado (sobre todo por los suyos), probablemente porque no hay modo de que encaje en ningún sitio.
Al igual que en el volumen anterior, biografías de personajes singulares, como el escritor italiano Curzio Malaparte, Elizabeth Nietzsche -la hermana pequeña del filósofo- o el torero Ignacio Sánchez Mejías aportan a la reflexión un punto de vista estimulante.