La actualidad tiende a obturar cada vez más la pregunta sobre el sujeto; toda duda sobre él tiende a disiparse y solamente dar por hecho que restan las mediaciones para el acercamiento preciso e infalible al objeto claramente determinado y definido en su causa, sustancia, forma y fin. En contravía, lo que propone este texto es reactivar ahora, más que nunca, la pregunta sobre el sujeto. Preocupación que no ha sido abandonada en ningún momento por el psicoanálisis y, sin embargo, algunas veces desviada en su el afán de presentarse al unísono con una ciencia que, por más de promover la duda en torno al conocimiento verdadero y acabado, en sus cimientos y esencia nunca ha existido. El recorrido en la reactivación del debate pasa por el mito, la religión, la filosofía y la ciencia misma. Todo con un propósito de mostrar que el valor del psicoanálisis sigue siendo actual y necesario; especialmente, cuando asume en rigor la duda sobre el sujeto y la exigencia al sujeto mismo de garantizar su lugar como ser que hace del conocimiento la herramienta irreemplazable para el sostén, protección y mantenimiento de su existencia, en lo subjetivo y en el lazo social exigido.