Pensar el que hacer de la ciudadanía en sociedades con un déficit de ciudadanos críticos, reflexivos y participantes, se considera que es una tarea prioritaria para estos días. Los ciudadanos se encuentran sumergidos en una sociedad de consumo, desbocados en una sociedad que genera necesidades artificiales y cuya tiranía es la imitación de estereotipos construidos por la sociedad de mercado; ciudadanos refugiados cada vez más en sus intereses individuales sin un compromiso por la vida pública. En este orden de ideas, esta obra analiza el quehacer moral y político de los ciudadanos en sociedades democráticas. Esta reflexión sobre la ciudadanía es vital, si se quiere que la democracia como forma de gobierno se realice desde sus principios fundamentales, pues el ciudadano es el motor de toda práctica democrática.El papel de los ciudadanos es fundamental a la hora de construir una sociedad democrática, en ella, ellos son los protagonistas. La democracia sin un sentido fuerte de participación a través de la deliberación, sin un ejercicio público de la razón, sin ciudadanos capaces de realizar un ejercicio razonable y racional en la vida pública, sin virtudes cívicas, el autogobierno que propone la democracia es un ideal difícil de alcanzar. Este análisis, entonces, intenta mostrar los elementos constitutivos del quehacer de la ciudadanía democrática a partir del reconocimiento por parte de los ciudadanos como personas libres e iguales; permitiendo ver qué implica que una sociedad democrática sea una sociedad libre, justa e igualitaria.En este orden de ideas, esta obra analiza el quehacer moral y político de los ciudadanos en sociedades democráticas. Esta reflexión sobre la ciudadanía es vital, si se quiere que la democracia como forma de gobierno se realice desde sus principios fundamentales, pues el ciudadano es el motor de toda práctica democrática.El papel de los ciudadanos es fundamental a la hora de construir una sociedad democrática, en ella, ellos son los protagonistas. La democracia sin un sentido fuerte de participación a través de la deliberación, sin un ejercicio público de la razón, sin ciudadanos capaces de realizar un ejercicio razonable y racional en la vida pública, sin virtudes cívicas, el autogobierno que propone la democracia es un ideal difícil de alcanzar. Este análisis, entonces, intenta mostrar los elementos constitutivos del quehacer de la ciudadanía democrática a partir del reconocimiento por parte de los ciudadanos como personas libres e iguales; permitiendo ver qué implica que una sociedad democrática sea una sociedad libre, justa e igualitaria.El papel de los ciudadanos es fundamental a la hora de construir una sociedad democrática, en ella, ellos son los protagonistas. La democracia sin un sentido fuerte de participación a través de la deliberación, sin un ejercicio público de la razón, sin ciudadanos capaces de realizar un ejercicio razonable y racional en la vida pública, sin virtudes cívicas, el autogobierno que propone la democracia es un ideal difícil de alcanzar. Este análisis, entonces, intenta mostrar los elementos constitutivos del quehacer de la ciudadanía democrática a partir del reconocimiento por parte de los ciudadanos como personas libres e iguales; permitiendo ver qué implica que una sociedad democrática sea una sociedad libre, justa e igualitaria.