En un pueblo recóndito llamado Sauce Llorón ocurre un fenómeno curioso e inexplicable: sus habitantes no pueden reírse ni expresar felicidad. Si bien el origen de este terrible padecimiento es incierto, una leyenda local habla de un supuesto hechizo de antaño arrojado por el vecino pueblo de Los Cactus, con quienes mantienen una rivalidad histórica y perdurable. Fantasía o realidad, se intentó recuperar la normalidad por todos los medios. Ninguno tuvo éxito. El tiempo pasó y todos los brazos se bajaron. Todos menos los de Cosme Zanón. Agotado de ver tantos esfuerzos en vano, este lugareño tuvo una idea bastante particular: generar una alegría masiva a través del fútbol. Su razonamiento estaba bien fundado; había descubierto casi fortuitamente que los niños del pueblo jugaban a la pelota en un gran nivel. Sin perder ni un minuto más, el incipiente DT realizó una convocatoria y fundó el Goleadores Fútbol Club. El desafío ahora es la prestigiosa Liga Regional de Fútbol Infantil. ¿Podrán estar a la altura de semejante competencia? El camino a recorrer es largo y sinuoso. Deberán visitar canchas y ciudades desconocidas, deberán enfrentarse con clubes y jugadores excepcionales; pero más dramático aún, deberán lidiar con aquellos fantasmas del pasado. Si logran sortear todos esos obstáculos, para el entrenador existe una posibilidad concreta de recuperar la sonrisa. La esperanza de miles de almas posa sobre el equipo. ¿Lo lograrán?