POR GENERACIONES HEMOS aprendido a llamar a la época del gobierno monárquico español en América periodo colonial. Se nos ha enseñado que el periodo colonial dejó un conjunto de legados. Creemos en estas enseñanzas porque vivimos, oímos y devoramos huellas de aquel pasado remoto en nuestra vida cotidiana, al comunicarnos en español, al asistir al culto católico o al comer carne de res o de cerdo. Sin embargo, queridos lectores, este libro los invita a reflexionar por qué catalogamos ciertos hechos como legados coloniales y por qué lo hacemos. Los invito a hacer esta reflexión porque el sentido que le demos a nuestro pasado es crítico a la hora de comprender nuestro presente y, a su vez, porque determina la amplitud a la que podemos abrir nuestra imaginación para concebir el tipo de futuro que nos puede estar reservado. En otras palabras, los invito a considerar cómo los legados coloniales han sido inventados para interpretar el pasado. Permítanme ofrecer dos ejemplos.
Pongamos por caso cómo, tras el surgimiento del régimen de Fidel Castro en Cuba, los Estados Unidos han invertido enormes recursos para desarrollar estudios de área, especialmente los relacionados con Latinoamérica. Durante este periodo, un grupo de académicos trabajó por considerar a los Estados Unidos como un país del Primer Mundo, para distanciarse del resto del hemisferio occidental. Tras esto, los Estados Unidos proclamaron el "excepcionalismo americano", un concepto que insinúa que este país es el mejor representante de los gobiernos democráticos y, por ende, aquel que les daría mayores oportunidades a sus ciudadanos. El enorme depósito de erudición anglófona que perpetuó la "leyenda negra" de una monarquía española oscurantista y tiránica ofreció el marco que facilitó este legado colonial inventado, uno que sirvió de apoyo a la "teoría de la modernización". Desde esta perspectiva, el problema del "subdesarrollo" en América Latina como región se convirtió en el resultado natural de las tendencias de larga duración, perdurables e intratables, procedentes del periodo del gobierno monárquico español.