En la novela La luz de las cosas el lector acompaña a Mateo, un joven estudiante de periodismo, en una travesía por los territorios de los sueños y las pesadillas. El viaje inicia cuando, en medio de un sueño, Mateo acepta la misión que le asigna un viejo campesino de salvar a Gabriel, un adolescente que quedó atrapado en ese mundo onírico. El protagonista inicia así una aventura que lo conduce a un hallazgo inesperado: una dimensión fantasmagórica de luz y tinieblas a la que puede acceder el soñador, llamada la Antesala, un recinto en el que se desdibujan las fronteras entre el sueño y la vigilia, la vida y la muerte.