Este libro plantea la hipótesis de que el desarrollo de los medios y las tecnologías de la comunicación han intensificado la visibilidad de la experiencia vivida individual, recreando la transmisión del recuerdo. Solo que, en este caso, el recuerdo se produce como información y no como memoria. Una información en serie, en virtud de la alta proporción de visibilidad de la experiencia individual, lo que representaría una gran producción y consumo de varias memorias autobiográficas.
Este fenómeno se encuadra en la reconfiguración de los conceptos de tiempo y espacio como marcos sociales y generales de memoria. Lo que ha producido la revalidación del presente como el "ré-gimen de historicidad" predominante, en donde el olvido tiene un protagonismo especial debido a los débiles vínculos que las representaciones mediáticas pueden construir con el pasado.