Los autores de esta obra se ubican desde la antropología de la modernidad enfocándose inicialmente en entender cómo los modernos y la antropología como parte de su cosmología constituyen la naturaleza en oposición a la cultura, y a partir de ahí ofrecen una perspectiva que entiende el desarrollo sostenible como un artefacto tecnocientífico que ordena el mundo generando procesos coloniales y gubernamentales.