Semillas en mi herida relata vivencias, frutos y riquezas que he encontrado a partir del dolor. El cĂĄncer abriĂł una herida profunda que fue transformĂĄndose en un gran portal para el despertar a una vida completamente distinta, con una conciencia mĂĄs amplia y plena de sentido. AsĂ, el dolor y la amenaza de la muerte regaron mi camino de semillas y lo transformaron todo: mi mirada sobre el mundo, sobre mi propĂłsito, sobre el sentido de la naturaleza, sobre el sufrimiento y la enfermedad, los vĂnculos, la familia, los recuerdos, las experiencias y desafĂos de la vida.
La sanaciĂłn va mucho mĂĄs allĂĄ del cuerpo fĂsico. Un cuerpo sano es deseable, pero aĂșn asĂ no lo es todo, uno puede seguir en desarmonĂa entre los pensamientos, las emociones, las acciones y los deseos profundos del corazĂłn. Una situaciĂłn de enfermedad, o de cualquier dolor, trae siempre semillas de otra cosa. Podemos no verlas y sĂłlo ocuparnos de la forma y el cuerpo, que es un modo de sanar, o podemos tambiĂ©n elegir ver estas semillas en el huracĂĄn del dolor y poner allĂ atenciĂłn y conciencia. AĂșn si no podemos con el cuerpo, siempre podremos con el alma, y encontrar que tal vez, la verdadera liberaciĂłn del dolor sucede en planos mĂĄs sutiles, mĂĄs inasibles, pero tan cotidianos y reales.
Con todo el amor.