Cuando comencĂ© a escribir este libro, solo pretendĂa contar la historia de una muchacha que naciĂł en medio de adversidades y llegĂł a ser la primera mujer presidenta de un banco internacional de servicios mĂșltiples en la industria financiera de su paĂs. Al repasar los recuerdos, sin embargo, fui descubriendo un patrĂłn de comportamiento que quizĂĄs pueda servir a los demĂĄs. Si asĂ fuera, me sentirĂa feliz porque, como dice el proverbio budista: âSi enciendes una lĂĄmpara para otro, iluminarĂĄs tu propio caminoâ.