Diego Medina Poveda ha conseguido un accésit del Premio Adonáis en su 73.ª convocatoria por "la musicalidad de su lenguaje celebratorio y a la vez crítico, en el que se funden la herencia barroca y los motivos cotidianos", como señaló el jurado. Dividido en dos apartados, en el primero, Mudanza, su autor parte de la observación de una escena del ajetreo diario para deducir la necesidad de alguna virtud relacionada con la posible felicidad del ser humano; en el segundo, Geografía del abandono, muestra diversos episodios del hombre moderno en su relación con la sociedad en la que vive inmerso y en la que prima lo banal. En ambas secciones, Medina Poveda reivindica un sentido más humano de la existencia, y lo hace con un lenguaje irónico, predominantemente entresacado de la vida cotidiana.