Tras descubrir que el magnate Eros Nevrakis la había engañado y estaba casado, Winnie Mardas se alejó de él sin mirar atrás... y sin decirle que estaba embarazada de él.
Un año después, se llevó una sorpresa cuando Eros se presentó en su casa para reclamar a su hijo y pedirle que se casara con él para hacer legítimo a su heredero.
Eros se la llevó a su lujosa villa del Mediterráneo, y Winnie se sintió abrumada al comprobar que aún saltaban chispas entre ellos, pero... ¿podría aceptar convertirse en su esposa por conveniencia?