Se acaba el dĂa, asoman las primeras estrellas. Ya es tiempo de comenzar a leer Cuentos cansados, pero los protagonistas de estas historias estĂĄn tan pero tan cansados, que quizĂĄ nunca sepas si estĂĄs leyendo un libro o soĂąando. La genial prosa de Levrero, en el que quizĂĄs sea su texto mĂĄs desenfadado y genial, nos lleva al encuentro que cada dĂa ocurre entre el narrador (el propio Levrero) y su hijo NicolĂĄs, que haciendo poco caso del cansancio del padre, le exige un cuento⌠y otro cuento.
AsĂ, entre bostezos y ronquidos, seis cuentos surgen del sueĂąo, llenos de imĂĄgenes que Bianki toma y reinterpreta para crear un libro fantĂĄstico.