Inmediatamente despuĂ©s de las explosiones del 22 de abril de 1992, que afectaron mĂĄs de ocho kilĂłmetros de calles y casas del Sector Reforma de Guadalajara y dejaron centenares de muertos y miles de damnificados, artistas de las mĂĄs diversas disciplinas se ocuparon de la tragedia. En las calles aledañas a la zona del siniestro y en otros puntos de la ciudad aparecieron grafitis con poemas y consignas, se pintaron murales, se pegaron carteles, se realizaron tocadas y lecturas; al paso de los meses y los años, se publicaron poemas, cuentos y ensayos en revistas y libros âinclusive novelasâ, se montaron obras de teatro, se presentaron exposiciones de artes plĂĄsticas y fotografĂa, entre un sinnĂșmero mĂĄs de actividades y expresiones variadas.
En vĂsperas de cumplirse el primer decenio de la tragedia, la agrupaciĂłn de damnificados Abril en Guadalajara, a travĂ©s la señora Lilia Ruiz, invitĂł al artista Alfredo LĂłpez Casanova a realizar una escultura para rememorar la catĂĄstrofe, que intitulĂł Estela contra el olvido. Nosotros, por nuestra parte, fuimos invitados por Ă©l a sumarnos a la campaña de apoyo para erigir el monumento, en un principio con la idea de organizar un maratĂłn de poesĂa. Aceptamos sin pensarlo dos veces, pero poco despuĂ©s consideramos que nuestra colaboraciĂłn podĂa ser de mayor utilidad con la ediciĂłn de un libro que reuniera textos de escritores nacidos o radicados en Jalisco, cuyo tema fuera la tragedia del 22 de abril, y que Ă©ste se difundiera y vendiera en pro de la escultura. Nos entusiasmĂł la idea de recoger la literatura dispersa y dejar un vestigio, una estela mĂĄs para no olvidarnos de esa gravĂsima desdicha histĂłrica.