La Reforma cobra vida con estas historias de fe, aventura y amor. Las ocho mujeres que aparecen en estas historias no solo fueron heroínas, sino que también fueron seres humanos de carne y hueso que tuvieron miedos y entusiasmos, dudas y tentaciones. No fueron perfectas, pero el lector es tocado e inspirado por su fe creciente y por su disposición a sufrir por ella.