La Iglesia no pretende que los gobiernos dirijan a sus ciudadanos a través de una encíclica social, sino que puedan acercarse a los problemas sociales como problemas morales y los analicen desde esta perspectiva, con principios éticos auténticos.
La doctrina social de la Iglesia se acerca, desde un punto de vista moral, a la dignidad de la persona, el bien común, la solidaridad, la libertad de conciencia, entre otros principios fundamentales que se presentan en este libro, y busca ser una luz sobre las cuestiones sociales más urgentes. Como parte de la reflexión de la Iglesia, no dejará de ser teológica en algunos aspectos, pero ese no es su rasgo esencial. La doctrina social de la Iglesia no es una teología de los problemas sociales, sino un análisis ético de la realidad concreta.
El abanico de destinatarios puede ser muy amplio, pero se dirige sobre todo a los jóvenes universitarios —reflejo de lo que es la sociedad actual y de lo que será en el futuro— para ayudarlos a ver la realidad social desde un acercamiento distinto. Asimismo, su lectura será útil para aquellos que desconocen los derroteros por donde ha recorrido la doctrina social de la Iglesia en el último siglo, y desean comprenderla con mayor solidez.