Que un menor de edad juegue, no nos resulta extraño. Es algo normal. Ahora bien, ¿qué ocurriría si un menor juega al Juego de la Mediación? En otras palabras, si un menor se hallase involucrado en la solución y/o gestión de un conflicto por la vía de la mediación, en dónde las partes juegan diferentes estrategias a fin de alcanzar un acuerdo, ¿qué pasaría?
Esta obra parte del entendimiento del escenario de la mediación civil y mercantil como un juego entendido desde la perspectiva de la Teoría de Juegos (que estudia la toma de decisiones por sujetos racionales e interdependientes) para, a partir de ahí, proceder al análisis de la problemática que podría plantear la existencia de algún menor de edad implicado en el procedimiento, ya sea como parte o como sujeto afectado por una mediación ajena. Así, teniendo en cuenta la falta de capacidad de obrar plena de estas personas, se examina el papel que pueden jugar en una mediación civil y mercantil.