A partir de este momento, comienzo a transitar diferentes senderos. Con el paso del tiempo, saldrĂĄn escenarios y encuentros, creando el puzle de mi vida.
Comenzar el año mil novecientos cuarenta y siete, es el inicio de un autorretrato curioso. Es la sabidurĂa, lo que se recibe. Es el cielo, que te da el poder. El mundo estĂĄ en mis manos, formando un triĂĄngulo para constituir el centro de un espacio Ășnico. Tengo luz y calor. Luces de nuevas enseñanzas, madurez de fuego; alegrĂas y amores durables.
La inspiraciĂłn representa el principio del resplandor; no es el tiempo lo que hay que mantener unidoâŠ, soy yoâŠ, acumulador de aguasâŠ, de una corriente constante.